Nunca es demasiado tarde para ser lo que podría haber sido. -George Eliot.
Un año más está por comenzar y con él, una serie de propósitos que nos habremos propuesto.
Yo que soy de las que disfruta de la época navideña, por supuesto que hago lista de propósitos para cada año que está por comenzar. Estoy segura que muchos otros también. Así que hoy me gustaría hablar un poco de la motivación.
Como todos sabemos, muchos propósitos se quedan en la lista. A veces empezamos muy bien, con toda la ilusión que un nuevo año puede traer, pero conforme pasa el año, también pasan nuestras ganas de perseverar en aquello que nos hemos propuesto. Otras veces, sabemos que no cumpliremos un propósito concreto desde el momento que se nos ocurre. La clave puede estar en la motivación.
¿Cómo mantener la motivación?
Dale sentido a tu meta.
Para cumplir nuestras metas la motivación es indispensable. Es la fuerza que nos permite alcanzar nuestros objetivos. O por lo menos intentarlo, que ya es algo. Para mantenernos motivados por lo tanto, tendremos que escoger nuestras metas desde la honestidad. Por eso, es importante saber para qué queremos lograr tal o cual objetivo.
¿Qué valores y sentimientos son los que realmente estás persiguiendo?
Piensa bien qué es eso que te encantaría comenzar (o dejar) de hacer y qué sentido tendría lograrlo. Inténtalo por ti y para ti. Y aunque parezca obvio, sí. Si nuestra meta es algo que en verdad queremos y además cumple un propósito importante en nuestra vida, es más fácil mantenernos motivados.
Encuentra de dónde viene tu motivación.
Cada persona tiene algo que le motiva especialmente. Para algunos es el reconocimiento, otros se entusiasman cuando hay alguna recompensa o premio de por medio, para otras personas el crecimiento o satisfacción personal es lo que los motiva. Piensa en las veces que has logrado tus objetivos y averigua qué es lo que te motiva a ti. Si sabes de dónde viene tu motivación, será más fácil no sólo encontrarla cuando la necesites, sino conservarla.
Haz un plan.
No esperes que tu meta ocurra de la noche a la mañana. Nadie aprende a tocar un instrumento musical con tan sólo una lección. Así como tampoco nadie pierde 10 kilos en un par de días. Y absolutamente nadie consigue que sus deseos de año nuevo se conviertan en realidad con el mero hecho de escribirlos y visualizarlos.
Lo que sea que te hayas propuesto requiere de un plan de acción y trabajo. No hay una solución mágica ni atajos. Darte cuenta de esto puede ayudarte a ponerte las pilas y trabajar para lograr tus objetivos. Crea un plan realista para lograr metas realistas. No hace falta más.
Como puedes ver, puedes convertir el momento de hacer los propósitos de año nuevo en un auténtico ejercicio de autoconocimiento. Preparate para los obstáculos y celebra cada paso que des hacia tu meta. Si llevas esto a cabo, verás que la motivación se quedará por mucho tiempo.