No es la primera vez que lo escribo y algo me dice que no será la última: las emociones no se deben ignorar. Están para mostrarnos algo de nosotros mismos. Están para fluir.
El miedo, el enojo, la tristeza… todas son emociones que nos muestran muestran algo de nuestro mundo externo e interno. ¿Por qué no escuchar lo que nos quieren decir?
Con esto no me refiero a estancarnos en dichas emociones. Al contrario, al identificar y reconocer que sentimos lo que sentimos, nos estaremos liberando. Aceptar todas nuestras emociones facilita que sean pasajeras y que no se apoderen de nosotros.
Como plantea la psicóloga Susan David:
Investigaciones sobre la supresión emocional muestran que cuando las emociones se dejan de lado o se ignoran, se vuelven más fuertes. (…) Al igual que un delicioso pastel de chocolate en el refrigerador, cuanto más intentas ignorarlo, mayor es su poder sobre ti. Podrías pensar que tienes el control de las emociones no deseadas cuando las ignoras, pero de hecho, ellas te controlan. El dolor interno siempre sale. Siempre. ¿Y quién paga el precio? Nosotros. Nuestros niños, nuestros colegas, nuestras comunidades.
Susan David propone que calificar de una manera tan simple como “positiva” o “negativa” a algo tan complejo como las emociones, nos orilla a una rigidez emocional. En otras palabras, a suprimir las emociones consideradas como negativas y, por ende, solo reconocer aquellas positivas… incluso si eso significa vivir en un falso optimismo.
En sus palabras:
Cuando apartamos las emociones normales para adoptar la falsa positividad, perdemos nuestra capacidad de desarrollar habilidades para tratar con el mundo tal como es, no como deseamos que sea.
La contraparte de la rigidez emocional es la agilidad emocional. David plantea que esa agilidad significa poder navegar por todas nuestras emociones. Reconocernos y aceptarnos como seres que inevitablemente enfrentarán batallas. Y que serán honestos con lo que están sintiendo. Precisamente, para poder tomar las riendas de su situación emocional.
Entendiendo la agilidad emocional:
Te recomiendo mucho la TED Talk de Susan David, que de una manera muy agradable, cuenta parte de su historia personal, y a la vez, profundiza en el concepto de agilidad emocional. Recuerda que puedes activar los subtítulos en español.
Por otro lado, también quisiera recomendar dejar el falso positivismo atrás. Esto es muy importante para poder navegar por nuestras emociones.
Seguro que, tarde o temprano, escucharás consejos del tipo “no te sientas así” o “si en verdad quieres X, el universo lo pondrá en tu camino, ánimo”. Pues bien, aunque en principio éstas frases sean dichas con la mejor de las intenciones, hay días en los que sí que nos sentimos “así” y el universo sigue su curso sin parecer parar un poco a ver qué es lo que queremos. ¿Y sabes qué? no pasa nada.
Es totalmente normal tener un mal día, o una mala racha. Y de nadie tendría que esperarse una felicidad radiante a todas horas bajo cualquier circunstancia. Lo que sí requeriría ayuda profesional, es cuando nos encontramos en una mala racha de la cual no podemos salir aunque lo intentemos.
Aspiremos entonces a encontrar un equilibrio. A ser nosotros. Y a poder escuchar aquellos mensajes que nuestras emociones nos envían para tomar acción sobre nuestro bienestar físico y mental.